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La Abadía de Villers (abbaye de Villers) es una antigua abadía cisterciense ubicada en la ciudad de Villers-la-Ville en la provincia de Valonia (Bélgica) del Brabante Valón, una pieza del Patrimonio Mayor de Valonia. Fundada en 1146, la abadía fue abandonada en 1796. Desde entonces, la mayor parte del sitio ha caído en ruinas.



En 1146, doce monjes cistercienses y tres hermanos legos de Clairvaux llegaron a Villers con el fin de establecer la abadía en un terreno que les había concedido Gauthier de Marbais. Después de establecer varios sitios preliminares (Villers I y Villers II), finalmente se emprendieron los trabajos en el siglo XIII para construir el sitio actual. El coro se construyó en 1217, la cripta en 1240 y el refectorio en 1267. La iglesia en sí tardó setenta años en construirse y se completó a finales de siglo.

Bad Abbey Villers



Durante este período, la abadía alcanzó el apogeo de su fama e importancia. Los relatos contemporáneos sugieren que aproximadamente 100 monjes y 300 hermanos legos residían dentro de sus muros, aunque esto posiblemente sea una exageración. Los terrenos adscritos a la abadía también se expandieron considerablemente, alcanzando unos 100 km² de bosques, campos y pastos.



La decadencia se produjo durante el siglo XVI, ligada a los mayores problemas de los Países Bajos. Los tercios españoles, durante la campaña de 1544, causaron daños considerables a la iglesia y al claustro, ambos parcialmente restaurados en 1587.



A principios del siglo XVII, Crisóstomo Henríquez escribió la historia de la abadía.



En los siglos XVII y XVIII, la fortuna de la abadía siguió disminuyendo. El número de monjes y la riqueza de la abadía disminuyeron y finalmente fue abandonada en 1796 a raíz de la Revolución Francesa.



La degradación adicional del sitio ocurrió en 1855 cuando la línea de ferrocarril entre Lovaina y Charleroi pasó por el antiguo recinto abacial.



En 1893, el estado belga compró el sitio y lanzó un esfuerzo de conservación. Clasificada como un sitio histórico oficial en 1973, la abadía ha disfrutado posteriormente de una restauración considerable, y todavía se pueden ver los restos de la abadía junto con numerosas dependencias, incluido el claustro, el refectorio, las cocinas, los dormitorios y la cervecería. Desde 1992, el sitio ha sido mantenido por la "Association pour la Promotion Touristique et Culturelle de Villers" (APTCV).



La iglesia, aunque en ruinas, es un ejemplo destacado de arquitectura cisterciense, con imponentes bóvedas, arcos y rosetones.



La abadía ahora alberga un festival de coros anual "Nuit Des Choeurs" en el que varios coros cantan una variedad de música, desde clásica hasta arreglos de gospel, jazz y pop, desde diferentes partes del recinto durante noches sucesivas que culminan con un espectáculo de fuegos artificiales y concierto en el centro del escenario.

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